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Una colecciĂłn de seis cosas inconexas que me han emocionado esta semana.Â
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Tal vez Ă©sta es la casa en que vivĂ
cuando yo no existĂ ni habĂa tierra,
cuando todo era luna o piedra o sombra,
cuando la luz inmĂłvil no nacĂa.â Pablo Neruda
âïž Barcelona ha sido nuestra ciudad-hogar durante un tiempo, pero ahora, hemos vuelto a casa, a la casa en la que crecĂ. AquĂ vivĂ mil y una aventuras con mis abuelos, pero los años, la historia y el frĂo, la habĂan dejado a oscuras. No te mentirĂ©, no ha sido fĂĄcil convertirla de nuevo en un hogar. Abrir las ventanas de madera y volver a dejar entrar la luz; como quien se encuentra una foto antigua, una canciĂłn que le recuerda a algo o un olor que transporta. Aquel dĂa, al entrar, aĂșn a oscuras, sentĂ que habĂa vuelto justo allĂ, al lugar donde fui feliz. Lo siento, Sabina.
Asà que, en este viaje de armarios y cajas olvidadas, ecos, paredes de gotelé y luchas de recuerdos, he seleccionado seis cosas inconexas que han convertido este apartamento en nuestra nueva casa. En nuestro hogar.
ÂĄAdelante, Vol.5! Que ya es domingo, calla el mundo y el tiempo grita.
Apaga la prisa. Sube el đVolumen.
1 đâ Barcelona y Eduardo Chillida
Estas paredes se han pasado años vacĂas. Esta lĂĄmina de Chillida que comprĂ© en la tienda de la galerĂa Hauser & Wirth en Menorca este verano, se ha convertido en mi favorita de la casa. Representa la ciudad de Barcelona y nos gusta pensar que con ella, guardamos un trocito de nuestra historia.
Por cierto, si pasas por Menorca, es una parada imprescindible.
2Â đâ âAuraâ de Treku
Lo confieso, mezclar muebles me hace feliz. Y sĂ, sĂ© que a veces, familiares y amigos se ponen nerviosos, pero ya saben que al final el resultado serĂĄ, cuanto menos Ășnico. AsĂ que, aquĂ estoy, con una casa de suelos oscuros, maderas de cerezo y picaportes dorados. Y donde ellos ven una casa vieja, yo veo un patio de recreo perfecto para empezar a hacer magia. AbstĂ©nganse puristas y amantes de la melamina, aquĂ hemos venido a jugar.
Un aparador de Treku ha sido apuesta segura. Una de esas cosas que sabes que, vayas donde vayas, vendrĂĄ contigo.
Un apunte rĂĄpido, los interiores son intercambiables, asĂ que, si algĂșn dĂa te cansas o quieres otro estilo, puedes cambiar el color, la distribuciĂłn o el modelo de estante.
3Â đâ Luz y cerĂĄmica
Esta casa tenĂa algunos puntos de luz de origen en las paredes. Cambiar candelabros dorados de los setenta (sĂ, dorados), por estos apliques cerĂĄmicos, ha servido para quitarle cien años a estos muros. BusquĂ© por todos lados, pero ningunos mejores que estos.
4Â đâ Butaca con historia
Este sillĂłn lleva años acompañåndome. La culpa fue de Casa Josephine, quien lo encontrĂł en un anticuario hace algĂșn tiempo e incluso comfeccionĂł el tejido para darle un lavado de cara. Fue lo primero que desembalĂ© el dĂa en el que volvĂ aquĂ. Como si con eso, al entrar, sintiera que estaba otra vez en casa.
5Â đâ Lupe
Lo sĂ©, pero es que no podĂa no incluirla en esta lista. Ella es y serĂĄ siempre, lo mejor de esta casa âĄ.
6Â đâ Philippe Starck
Este taburete de la firma Kartell, diseño de Philippe Starck, convertido en mesita auxiliar, es sencillamente precioso.
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Que tengas una gran semana,
m. đ„
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Magia đ«
I absolutely love it đ„°đ„°đ„°